sábado, 25 de octubre de 2008

¿Porque son Cristiano? Parte I

INTRODUCCIÓN

Muchas personas que se dicen cristianos, no saben porque lo son. Solo asisten a sus iglesias domingo a domingo, y algunas veces algún otro día entre semana, pero salen igual, o tal vez peor, de cómo entraron, sin saber porque son cristianos, sin saber porque asisten a X o Y iglesia. Hay una falsa premisa dentro de los que asisten en la iglesia que es: “Todo cristiano asiste a la iglesia. Yo asisto a la iglesia. Luego entonces:Yo soy cristiano”
No quiero meterme en términos teológicos y filosóficos aburridos, sino que simplemente voy a decir que esto es totalmente falso. El cristianismo no se limita a asistir a la iglesia una vez por semana, practicar algún rito o sacramento, sino que el que va más allá.
El doctor Cornelio Hegeman, catedrático del Seminario Internacional De Miami (MINTS) dijo en alguna ocasión: “Momentos antes de la ascensión del Señor Jesucristo, el Señor dijo que los apóstoles iban a ser testigos de él. Iban a testificar de Cristo por todo el mundo e iban a testificar con palabras y con su vida.”. [1]

Entonces, el verdadero cristiano es el que:

1.
Escucha el llamado de Dios
2.Renuncia a si mismo
3.Toma su Cruz, y sigua incondicionalmente a Jesús
4.Testifique con toda su vida lo que Cristo ha hecho por el.[2]

Entonces la correcta y verdadera premisa seria así:
“Todo cristiano, sigue incondicionalmente a Jesús. Yo sigo incondicionalmente a Jesús. Luego entonces: Yo soy un cristiano”

Este escrito te va ha llevar de una forma amena, ágil y entretenida a la vida de varios personajes bíblicos, desde Noé hasta Pablo, que escucharon el llamado de Dios, que sus vidas son ejemplos para nosotros hoy, que dejaron los placeres del mundo y siguieron a los mandamientos y las leyes de Dios, que defendieron su fe, incluso con su propia vida.


CAPITULO 1: NOÉ


Lectura bíblica: Génesis 6

Introducción


Noé, el predicador de justicia, se menciona en nueve libros de la Biblia (Génesis, 1 Crónicas, Isaías, Ezequiel, Mateo, Lucas, Hebreos, 1 y 2 Pedro). Su historia completa se narra en Génesis 5-10. Noé fue descendiente de Adán por línea de Set, hijo de Lamec, y fue padre de Cam, Sem y lafet. La época en que Noé vivió fue de indiferencia religiosa y desafío a Dios.
Se recuerda a Noé especialmente en relación con el diluvio. Tenía 480 años de edad cuando Dios le ordenó construir un arca en que él, su familia y cada especie de animales limpios e inmundos estuvieran a salvo de las aguas destructoras de cuarenta días de lluvia. Noé, su familia y los animales entraron en el arca 120 años después. Llegó el diluvio y la tierra fue cubierta por el agua.

Cuando un año más tarde bajaron las aguas, el arca reposó sobre el monte Ararat. Noé envió un cuervo y una paloma para saber si el agua había bajado lo suficiente. La segunda vez la paloma no regresó, y Noé supo que la tierra estaba seca. Un mes más tarde, él y su familia y los animales salieron del arca, Noé ofreció sacrificios quemados sobre un altar. Dios dio el arco iris como símbolo de su promesa de no volver a destruir la tierra mediante agua.
Noé vivió 350 años después del diluvio y murió a la edad de 950 años[3].

¿Qué cosas podemos aplicar a nuestras vidas?


Es increíble, pero es cierto, la vida en la época de Noé, es muy similar a la vida de nuestro tiempo. Cuando Dios lo llamo, respondió correctamente, pero tuvo que enfrentarse a un sinfín de penalidades, veamos solo dos:

1.Fue el único en una generación apostata: En medio de un mundo que muy pronto se había olvidado de su Creador, Noé todavía tenia fe en Dios y confianza. Entre burlas, amenazas, etc., Noé escucho y obedeció a Dios. Es irónico, pero nosotros que no estamos viviendo en una generación apostata, muchos no queremos escuchar el llamado de Dios de vivir una vida correcta y de acuerdo a sus leyes.

2.Se preparo a pesar de no tener señales. Un día, uno de mis alumnos del teología me pregunto: -“Maestro, ¿Cómo Noé, Abraham, José, etc., sabían muy bien lo que le agradada o no agradaba a Dios, si todavía no había la ley escrita (los diez mandamientos)?” Le respondí: -“Pues desde la época de Adán, ya había una ley, pero no escrita, sino, una ley que se transmitía oralmente de generación a generación, se podría decir que era un ‘protodecalogo’”.
En esas circunstancias, Dios llamo a Noé, en medio de un mundo que todavía no conocía la ley de Dios en forma escrita. Además de esto, Noé no recibió ninguna señal. Muchos profetas, siglos después, cuando Dios les hablaba, recibían, además señales. Noé, solo escucho la voz de Dios y sus instrucciones, y nada más. Eso si es obedecer y tener una fe elevada al 100%.
Nosotros, que muchas veces si recibimos señales de Dios en nuestras vidas, que tenemos la ley escrita, aun así no queremos y nos negamos a escuchar la voz de Dios.
3.Su separación del mundo le libró a él y a los suyos de un desastre fatal[4].
Aunque La libertad nos lleva a cosas buenas; el libertinaje nos lleva a cosas que nos esclavizan. Podemos seguir las influencias de este mundo, y muy probablemente al principios, no vamos a sentir alegres y contentos. Pero después seguirá las consecuencias de nuestros malos actos. También podemos seguir las leyes de Dios, separarnos del mundo, mas no aislarnos, y tendremos muchas bendiciones en nuestras vidas.
Recordemos que aunque no somos de este mundo, vivimos en el, y por esa razón, queramos o no, nos enfrentamos diariamente a pruebas y tentaciones. Pero también debemos recordar que Dios es mas fuerte que todo eso, y que así como ayudo a Noé, y lo libro del mal, también lo hace con mostros. El libertinaje y el mundo nos llevan afuera del arca. La libertad y Dios nos llevan dentro del arca. ¿Dónde quieres estar?
4.Noé da la espalda a irregularidades y ve por fe el futuro.[5]
En la galería de arte de Manchester puede verse un famoso cuadro de Briton Riviere, intitulado “In Manus Tuas, Domine”, acerca del cual el artista dijo: “Si mi cuadro no lleva una lección para la época presente, sean cuales fueren nuestras dudas y temores, diré que he fracasado.” El cuadro habla del triunfo de la fe. Representa a un joven caballero revestido de su armadura, montado en un caballo blanco, cuya cabeza inclinada, nariz temblorosa y miembros trémulos denotan un intenso terror.
Al pie del cuadro se ven tres perros de caza que también miran con terror hacia adelante, donde se extiende el desierto con sus peligros y terrores desconocidos. El caballero siente temor como los brutos que lo acompañan; pero hay en él algo que lo eleva sobre ellos y sobre su miedo: es la fe. Levantando su espada, dice: “En tus manos, Señor”, y prosigue su camino.
Por la fe domina su temor, y dice: “Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré ningún mal.”[6] Noé tuvo fe, y una fe poderosa, sin precedentes en la historia bíblica. El escuchar y obedecer a un Dios que no se ve, a un Dios que todos ya se habían olvidado, de un Dios que no tenía leyes escritas, es tener fe, y una fe de a de veras, una fe que mucho no tenemos a pesar de ver todas las maravillas que El Dios Creador a hecho alrededor de nosotros y en nuestra vidas.



CAPITULO 2: ABRAHAM


Lectura bíblica: Génesis 12

Introducción

Abraham se conoce como fundador de la religión hebrea, dirigido por Dios. Hijo de Taré, nació en Ur de los caldeos (hoy el Irak). Abraham se casó con Sara, su medio hermana[7]. Dios se le apareció y le ordenó irse a Canaán, en donde sería el fundador de una gran nación[8]. Abraham tomó a su esposa, su sobrino Lot y un grupo de siervos y emprendió la marcha por fe.
Dios se le apareció nuevamente y le prometió que su pueblo heredaría toda aquella tierra. Abraham se fue a Egipto durante un tiempo de hambre y regresó a Canaán muy rico. Se separó de Lot; no obstante, más adelante lo rescató de Sodoma, la ciudad que Dios destruyó. Impaciente en cuanto al cumplimiento de la promesa de Dios, Abraham tuvo un hijo, Ismael, engendrado en su sierva Agar.

Cuando Abraham y Sara eran ya muy ancianos, Dios cumplió su promesa de darles un hijo. Le dio a Isaac, su único hijo. La gran prueba de Abraham fue la orden de entregar a Isaac como sacrificio a Dios. Como fue fiel, Dios proveyó un sacrificio en sustitución de Isaac. Abraham murió a la edad de 175 años[9]. Se le conoce como uno de los héroes de la fe[10].

¿Qué cosas podemos aplicar a nuestras vidas?



Veamos lo que nos enseña la vida de Abraham:

1.El llamamiento tiene ciertas condiciones: Si analizamos bien la situación, Abraham no tenia ninguna necesidad de seguir a Dios, es más si el hubiera querido no le habría hecho caso a la voz de Dios. Tenía una estabilidad económica, política y material que muchos de nosotros desearíamos tener. Aun así, y a pesar de que a simple vista parecería un locura, Dios le hablo, el escucho, y obedeció. Tuvo una gran disposición a aceptar lo desconocido, o sea, tuvo fe en Dios, porque ni si quiera sabia a ciencia cierta donde, como y porque iba a ir, simplemente fue. Esta un tremendo ejemplo de fe para nosotros.

2.El llamamiento tiene ciertas promesas (v. 2, 3): Pero entre tantas cosas, siempre hay algo bueno, las promesas y bendiciones que Dios da. Dios le prometió a Abraham, desde el principio, que si lo obedeciera, lo iba a llenar de bendiciones. ¡Imagínense!, si de por si tenia bendiciones, iba a recibir mas, simplemente por obedecer correctamente a Dios. Las cosas no han cambiado mucho en nuestros días. Dios todavía nos dice: “Escucha mi voz, obedece mis mandamientos, para que te llene de bendiciones”. Pero somos unos tontos y lo que hacemos es no obedecer, muchas veces nos comportamos como el pueblo de Israel que se negaba a obedecer a Dios.

3.El llamamiento demanda constante relación con Dios (v. 7): Pero hay un último punto. Ya sabemos que el seguir a Dios implica sacrificio, y que también no llena de bendiciones; pero también el seguir a Dios, implica tener y practicar una buena relación con Dios y serle fiel en cualquier lugar y circunstancia. Abraham le fue fiel y tuvo una buena relación con Dios. Fue a tierra extraña, y a pesar de que algunas veces fallo, siempre tuvo una buena comunicación con Dios.

Abram aceptó las condiciones y las promesas de Dios y por lo tanto llegó a ser bendición para toda la humanidad. Aceptemos nuestro llamamiento, cumplamos las condiciones, mantengámonos en constante relación con Dios y hagamos nuestras las promesas del Señor.[11]

CAPITULO 3: JOSÉ


Lectura Bíblica: Génesis 37

Introducción

José fue hijo de Jacob y Raquel. Jacob amaba a José más que a los hermanos de éste, por ser el hijo de su ancianidad, y le dio una túnica de muchos colores. Sus hermanos, que lo odiaban, urdieron maldades en contra suya. Lo vendieron como esclavo por veinte piezas de plata[12]. Pero José confiaba en Dios y no consintió en pecar; el Señor lo acompañó llegó a ser intérprete de los sueños de Faraón en Egipto.
José predijo un tiempo de hambre, fue nombrado gobernador de Egipto y en los años de abundancia almacenó los excedentes de alimento. Los hermanos de José llegaron desde Canaán a comprar alimento durante el hambre. Él perdonó a sus hermanos y los trató bien; Jacob se reunió con ellos en sus últimos años, y la familia volvió a estar junta[13].

¿Qué cosas podemos aplicar a nuestras vidas?


1.El amor en concreto: Jacob, el padre de José, demostró su amor en concreto hacia su hijo al regalarle una túnica de colores y al asignarle ciertas tareas especiales. Los hijos necesitan no solamente palabras que les expresen amor, sino también demostraciones concretas: regalos, tratos especiales, tareas especiales, que los harán sentirse amados y afirmados como individuos. Sus hermanos le tenían envidia, pero su padre guardaba en mente el asunto[14].

2.Jehovah obra en las circunstancias[15]: Aunque el relato no menciona la presencia de Jehovah, o "Adonai" que era la manera favorita de José de referirse al Señor, es un hecho que Dios estaba obrando en las circunstancias para salvar la vida de José y dar continuación al plan que tenía para él. La intervención de Rubén, la aparición de los ismaelitas, la propuesta de Judá, todo fue usado por Dios para cumplir su propósito en la formación y desarrollo de la nación hebrea.

Notas

[1] Cornelio Hegeman, Apologética (Curso), ED. Seminario Internacional De Miami, Miami, 2000, pagina 4 (Edición electrónica)

[2] Mateo 16: 24

[3] Donald E. Deramay, Mini Biografías De Grandes Personajes Bíblicos, (Edición para E-Sword), 2007

[4] Lucas 17

[5] Hebreos 11:6

[6] Lerı́n, A. 500 ilustraciones (página 165).

[7] Génesis 11: 29 – 31

[8] Génesis 12: 1 – 2

[9] Donald E. Deramay, Op. Cit.

[10] Hebreos 11:8 – 13

[11] Carro, D., Poe, J. T., Zorzoli, R. O., & Editorial Mundo Hispano (El Paso, T. (1993 - 1997).

[12] Génesis 37:28

[13] Donald E. Deramay, Op. Cit

[14] Génesis 37:11

[15] Génesis 37:25 – 28

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