sábado, 25 de octubre de 2008

Como Vencer El Mal

"Vencer a Satanás el hombre fuerte"
Lucas 11:14-15 : Estaba Jesús echando fuera un demonio, que era mudo; y aconteció que salió el demonio, el mudo habló; y las multitudes se maravillaron. Pero algunos de ellos decían: Por Beelzebú, príncipe de los demonios, echa fuera los demonios. 17-18 : Mas El, conociendo los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado; y una casa dividida contra sí misma, cae. 20-22 :Mas si por el dedo de Dios echo fuera los demonios, entonces el reino de Dios ha llegado a vosotros. Cuando el hombre fuerte, bien armado, guarda su hacienda, en paz está lo que posee.
La palabra del Señor indica que Satanás tiene un reino. Él es el príncipe de este mundo (Jn. 12:31) y el príncipe de la potestad del aire (Ef. 2:2). Tiene su autoridad (Hch. 26:18) y sus ángeles (Mt. 25:41), los cuales son sus subordinados, los principados, potestades y gobernadores de las tinieblas de este mundo (Ef. 6:12). Así que, él tiene su reino, el cual es la potestad de las tinieblas (Col. 1:13). Aquí el hombre fuerte es Satanás, el maligno, y la hacienda representa el reino de Satanás. Pero Cristo, el Hijo de Dios, es mucho más fuerte que Satanás.
La primera sección de Lucas 11, los versículos de 1 al 13, es maravillosa, pues ahí vemos que entramos en Dios por medio de la oración y permanecemos en Él para recibir el suministro de vida, o sea las riquezas del Espíritu Santo. En la segunda sección vemos a los demonios, al príncipe de los demonios y al hombre fuerte. Esto indica que cuando estamos en Dios recibiendo Sus riquezas, necesitamos recordar que dondequiera que estemos, los demonios están alrededor nuestro, y allí hay espíritus malignos en el aire. Por lo tanto, estamos constantemente en guerra. Así que, el Salvador-Hombre no sólo nos enseña a que entremos en Dios orando y a que permanezcamos en Él para recibir Su Espíritu como las riquezas del suministro de vida, sino que también nos revela que Él actúa a fin de echar fuera los demonios.
Ya vimos que el diablo es representado por el hombre fuerte. Pero el Salvador-Hombre es más fuerte que él. El Señor es tan fuerte que para echar fuera los demonios no necesita usar ni Su brazo ni Su mano, pues un dedo le basta. El Salvador-Hombre puede echar fuera con un solo dedo a los demonios.
Si entramos en Dios por medio de la oración y permanecemos en Él para recibir el suministro de vida, seremos uno con el Salvador-Hombre ( 1 de Co. 6:17). Ya que Él es más poderoso que el hombre fuerte, y puesto que somos uno con Él, también seremos más poderosos que el hombre fuerte y podremos derrotar a los espíritus inmundos y echarlos fuera. ¡Aleluya !

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